Tras cambiar de escenario por tercera vez, del Palacio de Congresos y Exposiciones al Estadio Olímpico para acabar en el auditorio de Rocío Jurado, por fin se celebraba en La Cartuja el festival Cruzcampus que se encargó de calentar la noche sevillana de la mano de DJ Homeboy, la banda sevillana Pen Cap Chew y los gallegos Eladio y los seres queridos para presentar a Vetusta Morla, el cabeza de cartel de esta primera edición del festival hispalense.
Vetusta Morla en Sevilla- Rafael Marchena |
La banda madrileña aparecía en el escenario ante un auditorio con cientos de seguidores de distintos puntos de la geografía andaluza comenzando a sonar a las once de la noche los primeros acordes de Los días raros, canción que abre “Mapas”, el último disco que presentaban esa misma noche y que el público ya comenzaba a corear. Un tema lento y melódico que se encargó de activar el engranaje de los allí presentes.
Entre bromas sobre la gymkhana que les había supuesto los cambios de recinto y la dificultad de encontrar el auditorio, el vocalista de la banda, Pucho, al que se le veía cómodo ante la respuesta del público, dedicó la primera parte del concierto a presentar los temas del último LP de la banda.
Vetusta Morla, que pisó por primera vez territorio hispalense en la pequeña sala Malandar, creció en la extinta Sala Q y hoy es capaz de llenar un auditorio a falta de gradas, es una de las muestras del desarrollo que han experimentado en pocos años, y es que han pasado de ser los nuevos del indie a ser una referencia de la música nacional actual.
El público alcanzaba el éxtasis con los temas de “Un día en el mundo”, su anterior trabajo, que se han convertido en himno atravesando fronteras, Copenhague, La cuadratura del círculo, Sálvase quien pueda o Saharabbey road fueron los temas más coreados por el público. El espectáculo tuvo una duración de más de una hora y media y destacó por el buen sonido y el juego de luces que acompañaron a la banda durante todo el recital que hicieron que la puesta en escena de la banda fuera brillante, y es que hacer música no es solo tener buena voz.
Pero no era el final, Nathan Fake y de nuevo, las mezclas de DJ Homeboy fueron los encargados de cerrar este exitoso festival, que por la acogida que tuvo, no hay duda que volverá a ponerse en píe en próximas ediciones.